1 jul 2012

Recordemos Duro felguera

Dende esti blog y el twitter ya denunciamos delles ocasiones la responsabilidá política del PSOE na destrucción ambiental y económica d'Asturies.
El nuesu oxetivu ye claro: Negámonos a que PSOE y PP alternen nel poder, echandose la pelota unos a otros, tapeciendo la hestoria cuando la verdá ye que dámbos son culpables.
Una de les mayores batalles acaecíes n'Asturies dende la transición foi portagonizada polos trabayadores de Duro Felguera: despidos illegales, acuerdos a espaldes del comite d'empresa, persecución policial... pa consiguir el despidu de 232 persones pa obtener más beneficios.

Esta llucha tien a día de güei un documental que nun puede ser asoleyáu, "RESISTENCIA", pos gran parte de los trabayadores ñeguense a la so emisión por nun tar d'acuerdo col so resultáu, mui romanticu de la llucha de los trabayadores pero que tapez la responsabilidá de los socialistes na xestión d'estos despidos.

Vos pego una carta de Terán, hestoricu del sindicalismu asturianu, militante de CCOO, qu'escribió esta carta cola última entrada, nun foi la primera y esperemos que si la última, en prisión de los sindicalistes Candido y Morala (2006)

Con Cándido y Morala, contra la represión y por las libertades

Manuel Sánchez Terán 
La Nueva España

Conozco a Carnero y a Morala desde la década de los setenta. Por aquel entonces ellos trabajaban en el dique y yo en los talleres de Barros, ambos divisiones de la antigua Sociedad Metalúrgica Duro Felguera, S. A. Años muy reivindicativos en la Duro, pero fundamentalmente el intento, por parte de los trabajadores con más visión de futuro, de integrar en Duro Felguera a la gallega Censa, marcaría nuestros caminos. Fue el embrión de disgregación de la Duro, la filiación de la empresa que concluiría al inicio de los noventa con la creación del Grupo Duro Felguera, de tan nefastas consecuencias para los trabajadores. 

Carnero y Morala terminarían pronto en Naval Gijón y yo seguiría en los talleres de Barros, a la postre Felguera Construcciones Mecánicas, utilizada por Duro Felguera y el Gobierno de Felipe González como probeta del despido libre colectivo con 232 trabajadores, e intento de vulnerar considerablemente la ley de libertad sindical, despidiendo a una parte importante del comité de empresa. Todo ello en la reforma laboral del año 93, la más brutal padecida por los trabajadores de este país. 

Carnero y Morada siguen donde siempre y como siempre, ésta es la prueba más evidente de su honradez y honestidad, no es necesario decirlo: su trayectoria y su vida sindical de compromiso hablan por sí solas de manera insultante. 

La de los/las que los quieren llevar a la cárcel también, pero precisamente por todo lo contrario. Llevan muchos años en el poder, algunos 30 años ya, otros con algún pequeño paréntesis en la oposición, donde hacían casi lo mismo y siempre reprimiendo a los trabajadores, en esta Asturias de continuo cierre, que parece no tener fin. 

Los bienes materiales rotos nunca son ni serán el problema, son la señal inequívoca, la voz que grita desgarrada, que nos dice que existe un problema muy grave, un problema de personas, de familias, de un pueblo. ¿Cómo alguien que se define de izquierdas puede estar 30 años en el poder y no haber querido comprender esto aún? Todos y todas lo vemos y lo sabemos, no hace falta decir nada, sólo hay que reaccionar. 

Con esta actitud lo que demuestran desde el poder es que consideraran a Carnero y a Morala elementos díscolos que hay que mantener a raya, reprimiéndolos hasta el punto de meterlos en la cárcel. Y todo por defender el trabajo y el futuro de la empresa. Gobernantes sentados en los bancos de la izquierda, ¡qué progresismo!, ¡qué lucidez!, para ver y apostar por un futuro con escaso trabajo y casi sin personas. Me dirijo a los más jóvenes: si los llegáis a ver y escuchar hace 30 años, antes de empezar la peregrinación que les llevó a ser conversos convencionales del dios neoliberal; Carnero y Morala parecerían pacifistas a su lado, pero mira tú; Carnero y Morala continúan defendiendo los puestos de trabajo y la empresa y no son trogloditas, son personas del mundo del siglo recién empezado. Por favor, no manipulemos los términos, tengamos un mínimo de rigor. 

Aportaré un dato nuevo y pienso que revelador, en consonancia con lo que está pasando con Carnero y Morala. Desde el colectivo de despedidos de Duro Felguera tuvimos la intención de realizar un documental sobre la historia del despido de los 232, todo lo que ello conllevó y en la época en que sucedió, clave para los trabajadores de este país. Teníamos muchísima documentación, de todo tipo, incluso audiovisuales propios; era una época donde cualquiera podía tener una cámara de vídeo. Tuvimos varias ofertas que fueron rechazadas, puesto que nuestro planteamiento era que se tenía que ajustar fielmente a lo sucedido y que antes del cierre final del documental el colectivo tendría la última palabra. 

En el año 2002 aparece una joven e incipiente cineasta, hija además de un trabajador despedido: se lo dimos absolutamente todo, confiando en lo convenido. El resultado final nos lo han dado hecho, sin opción a cambio alguno, TVE ha comprado los derechos del documental. Ni qué decir tiene que en el colectivo, que puso casi todo el material y todo lo demás, participando durante años y horas en grabaciones, no hemos recibido nada y lo que es peor, el resultado final omite infinidad de aspectos fundamentales, datos irrefutables, muchas de las cosas que pasaron y evita aclarar las responsabilidades de algunos y de sus gobiernos, en un marcado clima de política tendenciosa, precisamente a favor de quien más responsabilidad tuvo y más duramente nos reprimió, eso sí, con un toque de sutileza propio de quien no escatima en vaselina. 

Pondré sólo un ejemplo, de los muchos que podía poner, en cuanto a la manipulación del documental. En el año 93, año del despido, gobernaba en el Estado Felipe González y en Asturias Antonio Trevín (hoy delegado del Gobierno). En agosto, 232 trabajadores son despedidos como probeta del despido libre colectivo y como no nos dejábamos, el 10 de noviembre en Madrid, con los sindicatos mayoritarios, la empresa y el Gobierno pacta el segundo (de los tres que hubo) acuerdo a espaldas de los trabajadores. En la noche, para amanecer el 11 de noviembre, cerca de 3.000 antidisturbios son desplazados hasta Llangréu para imponernos el acuerdo y la solución policial convenida por el Gobierno autónomo de Trevín y el estatal de González. No lo consiguen. Pero tres meses más tarde, en plena huelga de hambre y con los despedidos defendiéndonos con uñas y dientes a cara de perro, continuaba la ocupación policial y de nuevo, tercer acuerdo a espaldas de los trabajadores, acordado por los mismos que el anterior. Además, un documento hecho público por el principal accionista de Duro Felguera demuestra la connivencia total del presidente Trevín en el proceso. La violencia con que se empleó la Policía fue excepcional, se ve mínimamente en alguna escena. En el documental Trevín aparece como un presidente reflexivo y negociador. Pues podemos demostrar que fue el presidente, junto con González, quien mayor responsabilidad tuvo en el conflicto y quien más duramente reprimió a los trabajadores. 

Hoy nos lo encontramos de delegado de Gobierno en Asturias y parece muy interesado en reprimir a todo aquel que quiera ejercer la libertad de expresión y que resulte discrepante de su partido en el Gobierno. A los despedidos de Duro Felguera ya nos lo hace desde, ahora, trece años. Éste es un pequeño testimonio de lo mucho que omite el documental y de lo tendencioso que resulta políticamente hablando; algunos despedidos del colectivo hemos pedido que no se proyecte y hemos emprendido acciones legales, por incumplimiento y como coautores. Esperamos que el Festival de Cine de Gijón entienda nuestros legítimos y lícitos derechos y no lo emita el próximo día 26, como tiene programado. 

¿Cómo se puede criticar a los oponentes políticos por promocionarse con una película en Uviéu, y a la vez servirse del documental de un conflicto laboral creado en gran parte por ellos, y utilizar tendenciosamente a los trabajadores a los que se reprimió brutalmente, y al final querer proyectarlo en Xixón, en plan festival? 
Sólo es entendible desde el análisis de la realidad que están viviendo Carnero y Morala, es más de lo mismo; forma parte de la misma metodología: represión e impedimento de las libertades mediante el abuso de poder y por los mismos desde hace años. Consideran que hay que mantener a raya a los elementos díscolos, entendiendo como tales a quienes luchan por los puestos de trabajo y discrepan, en este caso con quienes gobiernan. De momento nos toca a algunos, en especial a Carnero y Morala, pero la rueda está en marcha. Mañana, todos con Carnero y Morala, contra la represión y por las libertades. 

Manuel Sánchez Terán, portavoz de los despedidos, Duro Felguera.

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